Del relato de esta semana no estoy especialmente orgulloso: no lo escribí con ganas, no pasaba una buena situación personal/profesional. Un cuento para rellenar el expediente del taller.
Creo que estos motivos me hacen creer que es malo, aunque ahora releyéndolo después de más de cinco años, piense que es regular.
Seguro que vosotros podéis valorarlo en su justa medida.
Si vieras la de veces que ha actuado mi autodestrucción: relatos, dibujos, cuadros… No te arrepientas, todo pertenece siempre a otro tiempo y otro lugar, así que ya no puedes ser el dueño de aquello que es pasado. Y por lo tanto, tampoco podrías «poder destruirlo».
Además, a mí me ha gustado.
Gracias, ya te digo que según pasa el tiempo y lo releo le voy cogiendo cariño, es como si hubiese madurado para mi.